UNA BODA FINANCIERA CON RESULTADOS ACIAGOS SI NO ELEGIMOS BIEN CON QUIÉN UNIRNOS PARA TAN LARGO TIEMPO
Objetivo
Analizar los costes directos e indirectos que suponen la constitución del préstamo.
LA ELECCIÓN DE LA COMPAÑÍA
La elección de la compañía prestamista; banco, caja o financiera será la elección más importante que vamos a tomar. Tan importante como el piso que elijamos y mucho más que los euros que vamos a arañar en la negociación con el propietario o los honorarios de la agencia inmobiliaria. Una boda financiera con resultados aciagos si no elegimos bien con quién nos unimos para tan largo tiempo.
Posición Dominadora
Despierte. Usted es la posición dominante. NO la entidad financiera.
Piense. Usted para el banco es un caramelo. Es un cliente que durante tooooda (añádanse oes por cada anualidad de financiación) la duración del préstamo le debe fidelidad. Y si además se le olvida en cada aniversario entregarle su regalito le va a costar uno más, y nada menos que los aniversarios aquí son mensuales. Treinta y cinco euros más que ellos le penalizan por comisión de reclamación a parte de los intereses de mora. (Doble penalización).
¿Ya se ha dado cuenta de lo que le importa usted al banco?
Exactamente, SU DINERO, no le importa que usted compre la casa soñada, que acierte en el plazo de amortización. Lo único que le importa a la persona que tiene enfrente cuando negocia es que acabe dentro de sus tentáculos. Abrazarle con promesas de excelentes tipos de interés si domicilian la nómina, las tarjetas, contratan el seguro de hogar, el de vida, el plan de pensiones y quién sabe que más “obligaciones” le propondrán.
RECUERDE, usted tiene la posición dominadora. NO el banco. Al menos hasta que firme la hipoteca. A partir de la firma cambiar de banco es en la práctica poco rentable salvo excepciones.
Por eso, y aunque lleve muchos años en una entidad bancaria recorra el mercado, solicite ofertas por escrito y cuando se decida exija la oferta vinculante, evitará en gran medida sorpresas.
Consulte con Profesionales
Asesor fiscal, Corredor de Seguros, Agente Inmobiliario, Abogado, Notario.
Y sobre todo si usted no es bancario o financiero, CONSULTE CON PROFESIONALES.
Queremos decir. Si cuando compra un coche de segunda mano va al taller al que le pregunta su opinión. Con más motivo para que un profesional le descubra lo que hay escondido entre tanto tecnicismo bancario.
Su ASESOR FISCAL puede ayudarle con la implicación fiscal de la operación, si la tiene para usted y el coste real de la operación bancaria.
Su CORREDOR/CORREDURÍA DE SEGUROS le hará un presupuesto y comparativa sobre las ofertas de seguros recibidas. Se sorprenderá que el diferencial que paga de menos en una hipoteca lo abona con creces a través de los seguros. Habitualmente más caros, con menos coberturas y sin un intermediario profesional que le oriente sobre qué hacer en caso de siniestro.
El PROFESIONAL INMOBILIARIO le ayudará tanto en lo concerniente a los pasos de la compraventa como a ponerle en contacto con diferentes entidades bancarias para que le oferten sus condiciones.
El ABOGADO, si la inmobiliaria no le facilita letrado consulte con uno el contrato de compraventa que le pongan a la firma.
El NOTARIO, diría que más que recomendable se hace imprescindible acudir a éste unos días antes de la firma para comprobar que lo propuesto por el banco es lo que se va a firmar. O lo indicado por el vendedor
Interés y vinculaciones, usted decide
La oferta hipotecaria va la mayoría de las veces colgada de vinculaciones. Y decimos colgada por lo que implica para nuestros intereses.
Interes • T.A.E. • Vinculaciones
Enlaces donde se explica con más detalles
https://www.bde.es/clientebanca/es/areas/Productos_Bancar/Prestamo_hipotec/
http://www.bde.es/f/webbde/Secciones/Publicaciones/Folletos/Fic/Guia_hipotecaria_2013.pdf
2 respuestas
Decir que «esta modalidad es cada vez más demandada por inquilinos» es vender humo.
No sabemos por que dice usted que es vender humo. Imaginamos que por desconocimiento.
El seguro de impago lo paga el arrendador y no el arrendatario, el inquilino, con ello se evita tener que pagar un aval bancario que para una garantía de un año de arrendamiento a razón de un alquiler de 730€ mensuales le supone un coste al inquilino de 800€ por año que ha de abonar al banco que le otorgue el aval.
Al propietario, el seguro de impago de alquileres le sale por menos de 400€ al año que lo imputa en la renta