Queremos compartir algunos consejos para mantener vuestra comunidad a salvo de posibles robos durante las vacaciones
El buen tiempo ha llegado y con él las ganas de salir y realizar escapadas en vacaciones. Muchas familias aprovechan para estrenar la temporada de camping o para coger algún vuelo económico y descubrir destinos próximos. Estas “minivacaciones” implican dejar nuestros hogares vacíos y con ello aumenta la posibilidad de sufrir robos. Los ladrones conocen bien las fechas oportunas para realizar este tipo de actos y atacan a las comunidades desprotegidas. ¿Cómo podemos mantener nuestro edificio a salvo?
Los grandes bloques de pisos son muy atractivos puesto que al haber muchos vecinos y movimiento de inquilinos de alquiler, es común que no nos conozcamos todos y resulta más fácil que un extraño se cuele. No hablamos solamente de posibles ladrones, sino también de otras problemáticas como la ocupación ilegal o que intrusos hagan uso de instalaciones comunitarias como la piscina. Aunque no hay ninguna fórmula 100% efectiva para evitar que se produzca algún incidente desagradable, sí que hay medidas para ponérselo mucho más difícil a los posibles maleantes.
Os dejamos con 7 consejos para reforzar la seguridad de vuestra comunidad de vecinos:
1. Zonas comunes bien iluminadas:
Jardines, patios, azoteas y todos los posibles accesos deben estar correctamente iluminados. Una buena solución es poner luces que se activen por sensores. Puede que la inversión inicial sea un poco más elevada pero a la larga ayudan a ahorrar. Además, son buenos elementos disuasorios para aquellos que desde lejos piensan que el terreno está a oscuras.
2. Atención a posibles marcas:
Muchos ladrones dejan marcas a lápiz, rasguños o papelillos para marcar las puertas de los pisos vacíos o de los potenciales objetivos de robo. Estad atentos y avisad mediante circular de que todos los vecinos sean conscientes de este tipo de prácticas que se acentúan en período de vacaciones.
3. Buzón exterior para el correo comercial:
No abráis la puerta ni el portal a extraños, una excusa común es fingir ser visitador del gas o, como no, el típico “correo comercial”. Para evitar este último, lo mejor es instalar un buzón exterior y así no tienen que acceder al edificio. Además no se os llenará el buzón personal de molesta propaganda.
4. Desconfía de extraños:
Relacionado con el punto anterior, si encontráis a extraños una vez ya dentro, merodeando por el edificio o las instalaciones. que no os de vergüenza entablar conversación para saber a qué piso van o sonsacar cierta información. Tampoco hace falta interrogar a todo vecino con el que nos crucemos.
5. Buenas cerraduras y puerta de seguridad:
Invertir en seguridad es esencial y para ello el primer paso es contar con cerraduras de calidad y con puertas reforzadas. Las puertas pueden clasificarse del 1 al 6 según su resistencia, procurad que la vuestra sea del 4 o superior.
6. Alarmas y cámaras de videovigilancia:
Sin duda es la combinación que resulta más disuasoria, colocad cámaras en los puntos de acceso y demás zonas comunes que puedan resultar “conflictivas”. Eso sí, recordad que estos sistemas de videovigilancia deben apuntar al perímetro permitido respetando el derecho a la imagen y la Ley de Protección de Datos.
7. Contrata a expertos:
Hablamos de contar con los servicios de un portero o un conserje que vigile la entrada al edificio y establezca un control de quienes transitan por ahí. Además, también hay comunidades que deciden contratar a vigilantes de seguridad y reforzar así la tranquilidad de los vecinos.
De todos modos, por muy protegidos que estemos, siempre puede suceder algún contratiempo. Por eso lo mejor es contar con un buen seguro de comunidades y que al menos nos coja prevenidos.